Elhir Cortavientos [Ficha]

por **Elhir** Lun Abr 30, 2012 5:33 pm

►Nombre: Elhir.

►Apodo: Cortavientos, aunque cuando le cogen confianza suelen llamarlo Elhi o Elh a secas.

►Edad: Aparenta unos 18 o 19 años, en realidad tiene alrededor de unos quinientos.

►Especie: Criatura.

►Inclinación: Suke.

►Marca de procreador: No.

►Profesión: Guardaespaldas/Cazarecompensas.

►Raza: Unicornio.

►Condición: Libre Atrapable.

►Descripción Física: En su forma humana, Elhir es un muchacho de apariencia juvenil y atractiva de aproximadamente metro ochenta y ocho de altura y sesenta y cuatro kilos de peso. Alto y espigado, es esbelto hasta los límites, poseyendo al mismo tiempo una forma física envidiable por ser todo fibra, su cuarpo sin ni un gramo de grasa más de lo necesario pero tampoco perdida la flexibilidad y elasticidad de sus músculos por el ejercicio anaeróbico.
Tiene un rostro ligeramente aniñado, con una piel pálida y suave, así como unos hermosos ojos de color gris, casi plateado, que parecen esconcer un sinfín de enigmas, y los cabellos lisos y relativamente cortos de color rubio arenoso.
Además, a lo largo de todo su brazo derecho posee un tatuaje arcano con la forma de varias flores y plantas trepadoras dibujadas con tinta negra y creado por él mismo para suprimir su aura y de esta manera evitar que cualquiera medianamente sensible a la búsqueda o rastreo de criaturas pueda descubrir que él no es humano. Sólo el fresco y agradable olor a bosque que desprende su cuerpo puede delatarle como un unicornio, además de la especie de aura de misterio que lo envuelve y le hace parecer inalcanzable... como de otro mundo.

Respecto a su vestimenta, Elhir suele llevar ropas negras de cuero ideales para luchar velozmente, nada de armaduras pesadas que puedan obstruír su protigiosa rapidez, sobre las cuales lleva una especie de túnica larga de color azul de cuello alto que le protege del frío y la mayoría de las inclemencias del tiempo junto a un "sombrero" que más que un sombrero es una especie de cinta de tela del mismo color que su abrigo que se coloca rodeando su cabeza como si fuese un sombrero de verdad. A mayores siempre lleva puesto alrededor de la cintura una prenda de cuero marrón adicional bastante grande que sirve para sujetar a su cuerpo sus seis espadas, además de botas negras del mismo material que sus ropas de batalla.

En su verdadera forma es un unicornio bastante grande para la norma, menos de el doble de tamaño de un caballo normal, pero tampoco mucho menos. Su largo cuerno reluce con una inusual aura violácea, y su pelaje es más azulado que blanco. Por lo demás es como todos los unicornios; a pesar de ser mayor que los demás sigue poseyendo un aspecto delicado y etéreo.

►Descripción Psicológica: Enigmático y especialmente peculiar o extravagante serían los adjetivos que describirían mejor de forma supercial a este ser, más incluso que la mayoría de los unicornios que comparten estas características en su mayor parte.
Su carácter normal suele ser tranquilo y apacible, sereno y amable, aunque su principal peculiaridad es que prácticamente no habla, tan sólo a veces y sin ton ni son, y podría decirse de él que es una buena "persona"... en la mayoría de los casos, pues a pesar de poseer un buen corazón como todos los de su raza, Elhir nunca dudaría ni medio segundo en atacar a alguien para defenerse, defender a los inocentes... o a sus clintes, sin importar de quién se trate, siempre que todos sean puros de corazón, algo que al ser quién es puede percibir de forma instintiva.
Casi nunca se sorprende por nada, y en verdad suele mantener una actitud aparentemente infantil, dejándose llevar por sus impulsos y distrayéndose cuando menos podría esperarse y por cualquier cosa; podría decirse que cuando no hay nadie en peligro sencillamente busca el pasarlo bien y es como un crío pequeño, tan puro como ellos.
A pesar de las apariencias, Elhir es verdaderamente inteligente, aunque de un modo muy distinto al de los humanos; nunca o prácticamente nunca piensa en lo que hace o hará, sencillamente actua como mejor cree, siguiendo siempre su instinto y sin remordimientos ni penas. No suele sonreír tampoco, de hecho nadie nunca le ha visto sonreír, ya que aunque algo le divierta o le guste no suele dar muestras de ello... normalmente sólo suele quedarse pasmado mirando el suceso en cuestión.

►Gustos: Todo lo relacionado con la naturaleza: los animales, las plantas, los paisajes de la Madre Tierra, la Magia que le otorga y se puede respirar en las zonas rurales...
El sol y la luna, y respectivamente el día y la noche; aprecia la belleza y el significado más místico de todas las obras de la Creación de Gea.
La gente de buen corazón, ya sean dragones, grifos, humanos... para él las razas no son importantes; así como le da igual aceptar trabajos de protección de criaturas o humanos, en otros temas es igual de abierto y despreocupado.
La primavera y el verano, son sus épocas favoritas del año.
Cantar únicamente con su voz; las canciones de los unicornios que aprendió desde pequeño no tienen letra, lo cual no les resta hermosura. Aún así no es algo que suela hacer con gente delante.
Jugar con su extraña mascota.
Proteger a aquellos que merece la pena proteger.
Conocer cosas nuevas y fascinantes.
Comer y dormir, son dos de sus mayores hobbies.

►Disgustos: El humo de las ciudades demasiado industrializadas.
Las masacres a árboles o animales causadas por el ser humano, son una de las pocas cosas que pueden hacerle perder los estribos.
El invierno y el otoño, la muerte de la naturaleza le pone triste y melancólico, aún más silencioso que de costumbre, por mucho que sepa que más adelante toda esa vida renacerá.
Las injusticias y todo ser maligno o impuro.

►Habilidades: Es un maestro en el arte de la espada, y ha desarrollado por puro instinto una forma de combate con sus seis espadas, que utiliza a la vez como si fuesen las garras de un dragón.
Combina esta destreza con una velocidad completamente inhumana y sus poderes elementales sobre el cortante Viento; aunque su fuerza sea igual a la de un humano de su complexión su agilidad y rapidez sobrepasan con creces a las de casi cualquier ser mágico.
Aunque de manera menor, también posee control sobre el elemento Tierra, que utiliza también en sus batallas para ganar a cualquier costo, siempre dándolo todo de sí.
Tiene el don de saber de forma superficial si alguien posee un corazón puro o impuro.

►Historia: Elhir nació de la unión de dos solitarios unicornios en unos bosques lejanos hace quinientos años aproximadamente, unión que una vez consumada fue partida casi de la noche a la mañana de mutuo acuerdo por la extraña pareja. Puede que las peculiaridades del carácter de Elhir fuesen provocadas en parte por la herencia de sus padres, que dentro de los unicornios también eran algo fuera de lo común, pero el caso es que su madre viajó con él en su vientre durante el tiempo suficiente hasta que pudo parirle, dejándolo abandonado a su suerte al igual que había hecho con su padre y sin ninguna clase de remordimiento; aquello no era algo cruel para ella, sencillamente era la vida.
Recién nacido y apenas un potrillo de unicornio, Elhir se vio solo en aquel nuevo mundo tan brillante y hermoso que, al contrario de lo que hubiese podido parecer, le recibió con los brazos abiertos. Muy pronto se dio cuenta instintivamente de que ni uno sólo de los depredadores que con aquel tamaño podrían destrozarlo en segundos se abalanzaba sobre él con ansias asesinas, y en cuanto se dio cuenta se encontró siendo cuidado por un peculiar grupo de tigres, osos e incluso un ciervo que lo cuidaron como si fuese uno más de sus respectivas manadas o familias sin atacarle ni atacarse unos entre otros.
Fue así como el pequeño unicornio abandonado fue creciendo y haciéndose mayor hasta que, por un casual, vio a una niña humana entrar en su bosque a por vallas e instintivamente adoptó una forma humana él también.
Fue visto por la niña, y a los pocos días unos hombres irrumpieron en la cueva que había sido su hogar durante años y se lo llevaron entre palabras de apoyo, compasión y ternura, sin llegar a dudar ni un momento de que aquel hermoso joven de solemnes pero inocentes ojos grises pudiese ser algo más que un niño humano que se había perdido en el bosque de pequeño y había terminado de alguna manera por sobrevivir.
A partir de sus treinta años, ya aparentando diecinueve por aquel entonces, Elhir fue criado por humanos, asimilando de forma sorpresivamente fácil todos los conocimientos que le impartieron y adaptándose rápidamente a la vida de los humanos, sin embargo nunca llegando a olvidar a aquella primera familia que le cuidó como a su propia descendencia en los bosques.
Los años pasaron, y cuando hasta los confiados humanos empezaron a sospechar de aquel joven que nunca envejecía, Elhir los dejó tranquila y serenamente. Leyendo e informándose sobre todo lo que podría optar a ser en su vida "humana", Elhir ya había decidido a lo que se dedicaría... ayudar a la gente a cambio de aquello que los humanos llamaban dinero para poder subsistir él también le pareció la mejor opción desde el principio, por lo que en cuanto pudo se compró sus seis espadas, unas armas de gran calidad a pesar de no guardar ningún hechizo en un principio, y de forma casi instintiva las hechizó y comenzó a desarrollar un modo de combate casi aterrador debido a su eficacia.
En un tiempo sorprendentemente corto, Elhir terminó aquel entrenamiento y, equipado para su tarea, partió en busca de aventuras, cosas nuevas para descubrir y gente a la que ayudar.
Fue durante sus viajes por todo el mundo que hizo muchísimas amistades a pesar de sus más que escasas palabras, además de encontrarse con aquella peculiar criatura que desde entonces siempre llevaría sobre su hombro y por la cual muchos pensarían que era un cazador; una especie de babosa gigante con cuernos, dientes y un duro caparazón plano sobre su espinazo que le cogió cariño nada más verlo en unos desolados páramos en los confines del mundo en los que él era el último ser con vida.
A pesar de todo lo que vivió y el tiempo que pasó, no pasó mucho de éste hasta que su tierra volvió a llamarlo... fue así como llegó a aquel lugar que con el tiempo se había convertido... en el Reino de Crassis.

►Anexos: No suele escucharse, pero posee una voz suave y serena que no deja de ser bella a pesar de su tono más bien bajo.
En una de sus aventuras se topó con el aterrador Dragón de la Muerte Nebiros, y fue halagado más tarde por él al ser capaz de escapar de sus garras con su increíble velocidad.
Su mascota es pacífica, pero su aspecto malhumorado y los sonidos que emite para llamar la atención pueden ser verdaderamente amenazadores, además de que aunque no lo parezca por la soltura con la que Elhir la lleva, la susodicha babosa pesa lo suyo...
A veces lleva pequeños detalles que no pegan en absoluto con su enigmático pero duro aspecto de viajero; cosas como flores en el pelo o repartidas por alguna zona de su traje, y es que le gusta llevar parte de la naturaleza consigo (por supuesto siempre flores caídas de forma natural, no arrancadas).
A pesar de ser tan delgado come como alguien de tres veces su tamaño y duerme más que un oso perezoso.
Aunque es muy inteligente y lleva conviviendo con los humanos mucho tiempo, aún sigue pasando por alto o desconociendo muchas de sus reacciones o intenciones, por lo que, por ejemplo, puede dejarse engañar fácilmente por alguien (que sea buena persona, por supuesto) que quiera gastarle alguna broma o hacerle algo que, básicamente, no sea negativo. Es terriblemente inocente y despistado en algunas cosas.

►Imagen:

Spoiler:

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►Nombre original del pj: Personaje Original.

►Anime/Manga/Videojuego del que proviene: Zerochan (Personaje original de Pivix Fantasía).

por **Admin/ Storyteller** Mar Mayo 01, 2012 1:48 pm

Elhir Cortavientos [Ficha]

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