Al alba -priv Addler-

Había sido una noche netamente normal, tranquila a decir verdad incluso había conseguido dormir sin tener que cambiar a su forma humana para esconderse de los posibles humanos que se adentraran al bosque y buscaran por aquel lago. Estaba consciente de que era una estupidez el dormir de aquella manera tan despreocupada cerca de la superficie del agua, dejando ver su cornamenta como si nada importarse, pero no podía evitar el sentirse cómodo, arrullado entre el suave movimiento que el agua producía por la corriente constante de esta.
Aún era demasiado temprano como para despertarse, podía sentirlo solo por el brillo de la pura agua que le rodeaba, pero ya no podía seguir durmiendo, después de todo tenía que esconderse antes de que le atrapasen.

Se removió entre las aguas, agitándolas mismas ondeantes alrededor de su cuerpo mientras se alzaba creyendo bien que estaba solo, claro nadie ningún ser humano normal (a no ser que fuese algún cazador o demás) se despertaría tan temprano como para adentrarse en el lago en plena oscuridad… no cuando era esa hora del día en que las criaturas asechaban entre las sombras, buscando por la presa que saciará sus ansias. Suspiró suavemente y se sacudió con fuerza, salpicando a los arboles el exceso de agua. Miró de un lado a otro y suspiró aliviado de que no hubiese nadie cerca, debía ser cuidadoso o algo podría terminar mal.

Una vez estuvo algo más seco tomó su forma humana, transformándose al fin en aquel joven de largo cabello verdoso que a simple vista parecía estar flotando en el agua aunque en realidad no hacía más que convertir pequeñas porciones de la misma en hielo para usarla de soporte y no humedecer sus ropas.

-Bien… debería buscar el desayuno… -dijo para sí mismo mientras se inclinaba un poco sobre el lago para mirar en busca de alguna presa pequeña que pudiese complacer a su estomago, pero los movimientos entre las ramas del árbol le hicieron perder del todo su concentración, miró de inmediato entre los árboles, algo desorientado puesto que acababa de despertarse aun así al pendiente de todo lo que pudiese suceder a su alrededor.- ¿Quién está ahí? – cuestionó con voz seria y segura, aunque en realidad era un atado de nervios que intentaba mantener la calma ante la posibilidad de que fueran a cazarle.

Apenas escuchó aquella voz su cuerpo se tensó por completo, sabía que había alguien por ahí pero jamás se había esperado que le respondiera con tal facilidad, es más aquello solo le hizo pensar en que si bien el ser que estaba alojado entre las ramas o era ingenuo o es que simplemente estúpido, de todos modos él no juzgaba a nadie y jamás lo haría. Suspiró suavemente y se relajó, si el otro había dicho su nombre con tal facilidad es que no era un cazador ni nada por el estilo, es decir que estaba a salvo… al menos por el momento, nunca se sabía cuando un predador le confundiría con una presa.

Un nuevo suspiro escapó de sus labios mientras miraba como si fuese en cámara lenta la zambullida del grifo en el agua, retrocediendo solo unos cuantos pasos inútilmente cuando el otro salpicó por todos lados, siendo él también mojado por este.-………¿eh? –miró sus ropas al estar completamente humedecidas para luego mirar al enorme animal al escuchar aquellos obvios reclamos, solo se quedo mirándole confundido por unos cuantos instantes y se echo a reír divertido, una risita infantil y divertida, inocente por decirlo de alguna forma.

-Claro que esta fría…-dijo entre pequeñas risas mientras intentaba calmarse ya de una buena vez y poder hablar como era normalmente, tras unos cuantos segundos lo consiguió al fin y miró a este sonriéndole suavemente, el agua jamás había sido una molestia para él, especialmente porque era un dragón de agua, es más el que estuviera así de fría era simplemente perfecto para su piel.

-Te llamas Zephyrus ¿no? –Preguntó con aquel tono amable típico de él, antes de tenderle su mano a modo de saludo.- Mi nombre es Addler, un gusto. –dijo esperando a que el otro aceptará su saludo y de paso también aquella presentación. –Ah…¿Tienes hambre? ¿Te quedas a tomar el desayuno conmigo? ¿te gusta el pescado? ¿Las frutas?–preguntó rápidamente animado, hacía mucho tiempo que no comía acompañado y quizás si se trataba de otra criatura sobrenatural, no causaría nuevamente algún desastre y quizás por ello mismo es que estaba tan entusiasmado ahora con la visita de aquel grifo, aunque claro, aun cuando le trataba con amabilidad y entusiasmo seguía aun manteniendo su guardia en alto.