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El Mago Sangriento, Salem.
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El Mago Sangriento, Salem.
por Salem Mar Mayo 01, 2012 3:49 pm
►Nombre: Nathan Perilon.
►Apodo: Salem, Mago o sencillamente "Ermitaño".
►Edad: aparenta tener unos 25 años, aproximadamente, aunque en realidad tiene cerca de 40.
►Especie: Humano.
►Inclinación: Seme.
►Marca de procreador: No.
►Clase: Habitante.
►Profesión: Hechicero, herborista, curandero, médico en general, aunque también ayuda siempre que puede y de cualquier forma a todo aquel que le pida ayuda.
►Descripción Física: El hombre conocido como Salem es un hombre imponente, alto, de casi metro noventa de altura y unos setenta y dos kilos de peso de puro músculo. Fuerte como cualquier humano en muy buena forma, tampoco demasiado ágil o veloz, podría decirse que a parte de su apariencia imponente y su fuerza lógica no sería gran cosa ni aún en el caso de que supiese pelear.
Su piel es muy pálida a pesar de pasar la mayor parte del tiempo a la intemperie y bajo la luz del sol. Sus ojos son de color gris, y a pesar de que trate de parecer alegre y confiado siempre no puede evitar que una gran tristeza se desprenda de ellos. Su sonrisa es blanca y hermosa, y su cabello liso aunque revuelto y de color negro como el azabache.
Posee por todo su cuerpo inumerables heridas de hace más o menos tiempo debido a las veces en las que ha tenido que luchar por su vida.
Viste ropas orientales, amplias y cómodas, además de sandalias con o sin abrigo extra dependiendo de la estación del año en la que se encuentre.
►Descripción Psicológica: A pesar de que en la superficie Salem parece un hombre sencillo, amable y agradable, además de simpático y siempre feliz, oculta muchas cosas tras una máscara que él mismo ha forjado. Aunque en verdad su corazón es puro y su amabilidad no es fingida, Salem es un hombre consumido por los remordimientos de algo que él ni siquiera hizo.
Debido a lo que él considera los "crímenes" de su lejano familiar, el mago siempre ha buscado compensar la falta del brujo que le entregó a Crassis el secreto de la doma de criaturas mágicas mediante su propio trabajo por cuidar de las criaturas heridas o desamparadas con las que se encuentra, llegando incluso a veces al extremo de enfrentarse a los cazadores que persiguen criaturas puras e inocentes que no hayan hecho nada malo.
A pesar de esto, tampoco nunca ha dejado de lado a los humanos, y puesto que no es confiable por las criaturas siempre ha tenido que depender de los humanos para no perder precisamente esa humanidad que tanto desea conservar. Es así pues como una ayuda neutral para ambos bandos... aunque nunca ha ayudado a cazadores ni a criaturas malignas, con alguna excepción de los primeros que sencillamente fuese un cazador por su educación y no por propia voluntad.
Le resulta muy difícil no ayudar a alguien en apuros, y asesinar es algo que odia en verdad, prefiriendo diez mil veces recibir un castigo físico él mismo antes que matar. Aún así, ha tenido que hacerlo muchas veces para proteger a aquellos que le importan o importaron en algún momento.
►Gustos: Sentirse útil.
Poder proteger todo lo que le importa.
Ayudar a la gente, criaturas y animales por igual.
La naturaleza y todo lo relacionada con ella; no es un hombre de ciudad y nunca lo será.
La lectura, es lo único que le hace estar aún comunicado con un amigo suyo en la ciudad de Crassis que es el que le suministra sus libros.
La paz y la libertad.
►Disgustos: Sentirse impotente ante algo que le sobrepasa.
No ser capaz de proteger lo que le importa.
Los humanos o criaturas malignas o insidiosas.
El mundo urbano de los humanos.
La guerra, la sangre y la esclavitud.
A su antepasado y todo su sangriento legado.
Sus poderes, los considera una maldición.
►Habilidades: Aunque posee una fuerza normal para su complexión y no es excesivamente ágil o veloz, una de las mejores cualidades de Salem es su enorme resistencia; es capaz de recorrer largas distancias sin cansarse, recibir terribles palizas y ser capaz aún de mantenerse en pie o incluso perder grandes cantidades de sangre y aguantar el desmayo. Su fuerza de voluntad es inmensa.
Posee una extraña magia oscura que le permite controlar la sangre a voluntad mediante el contacto; con tocar la simple herida superficial de un hombre podría hacer que su sangre se envenenase, hirviese o se solidificase en forma de cuchillas que atravesasen todo su cuerpo desde dentro, sin embargo dicho control de nada serviría con la distancia. Además, la sangre también le permite utilizar otros terribles hechizos y maldiciones, todas las cuales requieren demasiado tiempo de creación como para resultar útiles en un combate repentino.
Es debido a dicha magia corporal sin embargo que su cuerpo regenera sus células a nivel continuo, de manera que no envejece más que cuando es herido de gravedad y su cuerpo debe usar energía extra en curarse.
►Historia: Descendiente lejano del brujo que entregó al Rey Crassis el secreto de la doma de criaturas, Nathan nació en una familia que idolatraba a aquel hechicero que les había dado un buen nombre y les había permitido vivir en las capas altas de la ciudad del reino del rey bárbaro.
A pesar de permanecer relativamente en el anonimato debido a que la sangre mágica que había hecho tan poderoso a aquel brujo legendario había casi desaparecido, la familia siguió viviendo bien y con total lujo y depravación... algo que en el mismo momento en que tuvo conciencia y razonamiento Nathan comenzó a desaprobar incluso desde su perspectiva aún infantil.
Con el paso de los años y su educación mediante tutores personales y no bajo la influencia de sus corruptos padres y familiares, Nathan fue desarrollando una enorme animadversión por aquel hechicero del pasado y todo lo que simbolizaba, a medida que conocía más la sociedad en la que le había tocado nacer y el sistema de esclavitud indiscriminada que se seguía con toda clase de criaturas mágicas odiando cada vez más a aquel hombre del que había tenido la desgracia de descender.
Cuando alcanzó los dieciocho años de edad ya acudía muy a menudo a la Caja de la ciudad para ayudar a los cuidadores de las criaturas en su trabajo y, más concretamente, ayudar y alimentar lo mejor que podía a todas las buenas criaturas que allí había, tratando de encontrar a espaldas de todos alguna forma de romper las cadenas mágicas que ataban a aquellas pobres criaturas a sus amos. Sabía que si el brujo había creado una forma de conectar las sangres de cazador y presa, de amo y esclavo, también habría una forma de romper el vínculo, aunque fuese por alguien externo a aquel trato mágico.
Buscando en los archivos de la familia descubrió muchas cosas sobre aquello que la gente conocía como magia, pero nada de lo que realmente le interesaría encontrar, algo que le frustraba enormemente.
Una noche que salió de su habitación en la mansión de su familia tras otra búsqueda infructuosa de su objetivo vio en el vestíbulo la enorme fiesta que sus padres habían convocado. Siendo el hijo único de la familia se esperaría que hiciese su aparición tarde o temprano, pero odiando más que nada aquellos eventos sociales, Nathan se había encerrado en su habitación para ignorar todo aquello, por lo que nada más asomar por las escaleras sus padres lo habían llamado enojados para regañarle por su "insolencia" y "comportamiento inadecuado".
Teniendo en cuenta su edad y su cansancio, a parte de toda la frustración que ya tenía en su interior, Nathan había gritado a ambos, haciendo que su padre se cabrease tanto que incluso llegase a intentar pegarle. Defendiéndose gracias a su ya por aquel entonces mayor de lo normal complexión, Nathan le había golpeado en su lugar con toda su furia, haciendo que cayese sobre su delicada madre y la hiciese sangrar por la nariz al tiempo que su padre hacía otro tanto por el labio que el chico le había dañado.
Aquello que no habría pasado de una dura pelea de adolescente-adulto se volvió el material de las pesadillas de los posteriores años de Nathan cuando su padre se levantó gritando y abalanzándose sobre su hijo... cuya mente no aguantó aquella tensión más... e hizo entrar en erupción el poder reprimido que había estado dormido durante todas aquellas generaciones de simples mortales. Aquella fue la única ocasión en la que Nathan fue capaz de utilizar sus poderes sin necesidad de tocar a alguien, ya que aunque agarraba los brazos de su padre al utilizar inconscientemente su magia, su madre estaba a unos cuantos metros de ellos... y se vio afectada de igual manera.
Nathan huyó inmediatamente de su casa, aterrado y en estado de shock, acudiendo completamente cubierto de sangre y en plena noche a la casa del que había sido su tutor durante tantos años. Desesperado, el joven le contó todo a aquel hombre que, encariñado como estaba con el joven y compartiendo desde el principio sus ideales sobre el brujo de Crassis, le dio refugio en su casa y le ayudó a calmarse, recobrar el control de sí mismo... y encontrar las respuestas de aquella horrible magia que había matado a sus padres en tan sólo un segundo.
No fue más que unos días después cuando encontraron información sobre aquella Magia Sangrienta en los libros del brujo legendario, y fue así como Nathan aprendió todo sobre aquella maldición que le había sido impuesta... al mismo tiempo que los guardias de la ciudad encontraban los cuerpos asesinados de sus padres... y comenzaban a preguntarse a dónde habría ido a parar el primogénito de la pareja.
Cargando en su conciencia con las muertes de sus primogénitos, Nathan adoptó el nombre de Salem y huyó con tan sólo dieciocho años de la ciudad que le había visto nacer, con la guía de su tutor teniendo claro que al menos así no llamaría la atención y podría vivir de todo lo que había aprendido sobre la naturaleza de boca del maestro.
Fue así como se instaló en un pueblo cercano como herborista, procurando llamar lo menos posible la atención y haciendo más humildes sus ropajes y formas, teniendo ya claro que dedicaría el resto de su miserable y carente de valor vida para ayudar a todas las criaturas que pudiese, fuesen quién fuesen, con tal de que fuesen de corazón puro, sabiendo que posiblemente esa vida sería tediosa y dolorosamente larga debido a su maldición...
Muchos años pasaron, y muchos sufrimientos pasó el propio Salem. Soportando golpes y palizas de manos de aquellos a los que quería ayudar o aquellos que quería alejar de los que quería ayudar, Salem logró transformarse en la persona que siempre había deseado ser al ser alguien sencillo y amable, que sin embargo siguió soportando cargas enormes cuando aquellos que quería apartar de los seres que quería ayudar se resistían... o cuando no llegaba a tiempo a salvar a alguien.
Gustoso aceptó todo el dolor que se le infligió a lo largo de los años, pero siguió cumpliendo con su voluntad, únicamente manteniendo estrecha relación con su tutor en la ciudad y algo de contacto con los habitantes del pueblo a las afueras del cual se instaló, siendo considerado por ellos como una especie de druida o herborista en el cual llegaron a confiar más que en ellos mismos a pesar de su extraña forma de ser y su aparentemente eternamente joven aspecto.
►Anexos: Su conocimiento sobre hierbas y remedios o curas naturales es increíble.
Debido a su Magia Sangrienta (como la ha terminado por llamar él mismo), todo el resto de sus poderes apenas son útiles, por lo que casi nunca utiliza ninguno; perdió a su vez debido a ella la capacidad de realizar magias que de otra manera hubiese podido usar sin problemas.
Dicha magia de sangre le resulta repulsiva incluso hasta a él, además de cruel y maligna, por lo que sólo recurre a ella en situaciones desesperadas.
Un aura de peligro le rodea debido a su oscura magia, un aura que la mayoría de las criaturas místicas pueden sentir con facilidad y que es lo que le dificulta a Salem el acercarse a ellas aunque vaya en son de paz.
No porta armas; muchas veces sencillamente ha esperado a que el enemigo lo apuñalase para utilizar ese arma él mismo; su cuerpo o su propia seguridad o salud poco le ha importado nunca... sólo sigue vivo por los demás.
►Imagen:
►Anime/Manga/Videojuego del que proviene: Sket Dance.
►Apodo: Salem, Mago o sencillamente "Ermitaño".
►Edad: aparenta tener unos 25 años, aproximadamente, aunque en realidad tiene cerca de 40.
►Especie: Humano.
►Inclinación: Seme.
►Marca de procreador: No.
►Clase: Habitante.
►Profesión: Hechicero, herborista, curandero, médico en general, aunque también ayuda siempre que puede y de cualquier forma a todo aquel que le pida ayuda.
►Descripción Física: El hombre conocido como Salem es un hombre imponente, alto, de casi metro noventa de altura y unos setenta y dos kilos de peso de puro músculo. Fuerte como cualquier humano en muy buena forma, tampoco demasiado ágil o veloz, podría decirse que a parte de su apariencia imponente y su fuerza lógica no sería gran cosa ni aún en el caso de que supiese pelear.
Su piel es muy pálida a pesar de pasar la mayor parte del tiempo a la intemperie y bajo la luz del sol. Sus ojos son de color gris, y a pesar de que trate de parecer alegre y confiado siempre no puede evitar que una gran tristeza se desprenda de ellos. Su sonrisa es blanca y hermosa, y su cabello liso aunque revuelto y de color negro como el azabache.
Posee por todo su cuerpo inumerables heridas de hace más o menos tiempo debido a las veces en las que ha tenido que luchar por su vida.
Viste ropas orientales, amplias y cómodas, además de sandalias con o sin abrigo extra dependiendo de la estación del año en la que se encuentre.
►Descripción Psicológica: A pesar de que en la superficie Salem parece un hombre sencillo, amable y agradable, además de simpático y siempre feliz, oculta muchas cosas tras una máscara que él mismo ha forjado. Aunque en verdad su corazón es puro y su amabilidad no es fingida, Salem es un hombre consumido por los remordimientos de algo que él ni siquiera hizo.
Debido a lo que él considera los "crímenes" de su lejano familiar, el mago siempre ha buscado compensar la falta del brujo que le entregó a Crassis el secreto de la doma de criaturas mágicas mediante su propio trabajo por cuidar de las criaturas heridas o desamparadas con las que se encuentra, llegando incluso a veces al extremo de enfrentarse a los cazadores que persiguen criaturas puras e inocentes que no hayan hecho nada malo.
A pesar de esto, tampoco nunca ha dejado de lado a los humanos, y puesto que no es confiable por las criaturas siempre ha tenido que depender de los humanos para no perder precisamente esa humanidad que tanto desea conservar. Es así pues como una ayuda neutral para ambos bandos... aunque nunca ha ayudado a cazadores ni a criaturas malignas, con alguna excepción de los primeros que sencillamente fuese un cazador por su educación y no por propia voluntad.
Le resulta muy difícil no ayudar a alguien en apuros, y asesinar es algo que odia en verdad, prefiriendo diez mil veces recibir un castigo físico él mismo antes que matar. Aún así, ha tenido que hacerlo muchas veces para proteger a aquellos que le importan o importaron en algún momento.
►Gustos: Sentirse útil.
Poder proteger todo lo que le importa.
Ayudar a la gente, criaturas y animales por igual.
La naturaleza y todo lo relacionada con ella; no es un hombre de ciudad y nunca lo será.
La lectura, es lo único que le hace estar aún comunicado con un amigo suyo en la ciudad de Crassis que es el que le suministra sus libros.
La paz y la libertad.
►Disgustos: Sentirse impotente ante algo que le sobrepasa.
No ser capaz de proteger lo que le importa.
Los humanos o criaturas malignas o insidiosas.
El mundo urbano de los humanos.
La guerra, la sangre y la esclavitud.
A su antepasado y todo su sangriento legado.
Sus poderes, los considera una maldición.
►Habilidades: Aunque posee una fuerza normal para su complexión y no es excesivamente ágil o veloz, una de las mejores cualidades de Salem es su enorme resistencia; es capaz de recorrer largas distancias sin cansarse, recibir terribles palizas y ser capaz aún de mantenerse en pie o incluso perder grandes cantidades de sangre y aguantar el desmayo. Su fuerza de voluntad es inmensa.
Posee una extraña magia oscura que le permite controlar la sangre a voluntad mediante el contacto; con tocar la simple herida superficial de un hombre podría hacer que su sangre se envenenase, hirviese o se solidificase en forma de cuchillas que atravesasen todo su cuerpo desde dentro, sin embargo dicho control de nada serviría con la distancia. Además, la sangre también le permite utilizar otros terribles hechizos y maldiciones, todas las cuales requieren demasiado tiempo de creación como para resultar útiles en un combate repentino.
Es debido a dicha magia corporal sin embargo que su cuerpo regenera sus células a nivel continuo, de manera que no envejece más que cuando es herido de gravedad y su cuerpo debe usar energía extra en curarse.
►Historia: Descendiente lejano del brujo que entregó al Rey Crassis el secreto de la doma de criaturas, Nathan nació en una familia que idolatraba a aquel hechicero que les había dado un buen nombre y les había permitido vivir en las capas altas de la ciudad del reino del rey bárbaro.
A pesar de permanecer relativamente en el anonimato debido a que la sangre mágica que había hecho tan poderoso a aquel brujo legendario había casi desaparecido, la familia siguió viviendo bien y con total lujo y depravación... algo que en el mismo momento en que tuvo conciencia y razonamiento Nathan comenzó a desaprobar incluso desde su perspectiva aún infantil.
Con el paso de los años y su educación mediante tutores personales y no bajo la influencia de sus corruptos padres y familiares, Nathan fue desarrollando una enorme animadversión por aquel hechicero del pasado y todo lo que simbolizaba, a medida que conocía más la sociedad en la que le había tocado nacer y el sistema de esclavitud indiscriminada que se seguía con toda clase de criaturas mágicas odiando cada vez más a aquel hombre del que había tenido la desgracia de descender.
Cuando alcanzó los dieciocho años de edad ya acudía muy a menudo a la Caja de la ciudad para ayudar a los cuidadores de las criaturas en su trabajo y, más concretamente, ayudar y alimentar lo mejor que podía a todas las buenas criaturas que allí había, tratando de encontrar a espaldas de todos alguna forma de romper las cadenas mágicas que ataban a aquellas pobres criaturas a sus amos. Sabía que si el brujo había creado una forma de conectar las sangres de cazador y presa, de amo y esclavo, también habría una forma de romper el vínculo, aunque fuese por alguien externo a aquel trato mágico.
Buscando en los archivos de la familia descubrió muchas cosas sobre aquello que la gente conocía como magia, pero nada de lo que realmente le interesaría encontrar, algo que le frustraba enormemente.
Una noche que salió de su habitación en la mansión de su familia tras otra búsqueda infructuosa de su objetivo vio en el vestíbulo la enorme fiesta que sus padres habían convocado. Siendo el hijo único de la familia se esperaría que hiciese su aparición tarde o temprano, pero odiando más que nada aquellos eventos sociales, Nathan se había encerrado en su habitación para ignorar todo aquello, por lo que nada más asomar por las escaleras sus padres lo habían llamado enojados para regañarle por su "insolencia" y "comportamiento inadecuado".
Teniendo en cuenta su edad y su cansancio, a parte de toda la frustración que ya tenía en su interior, Nathan había gritado a ambos, haciendo que su padre se cabrease tanto que incluso llegase a intentar pegarle. Defendiéndose gracias a su ya por aquel entonces mayor de lo normal complexión, Nathan le había golpeado en su lugar con toda su furia, haciendo que cayese sobre su delicada madre y la hiciese sangrar por la nariz al tiempo que su padre hacía otro tanto por el labio que el chico le había dañado.
Aquello que no habría pasado de una dura pelea de adolescente-adulto se volvió el material de las pesadillas de los posteriores años de Nathan cuando su padre se levantó gritando y abalanzándose sobre su hijo... cuya mente no aguantó aquella tensión más... e hizo entrar en erupción el poder reprimido que había estado dormido durante todas aquellas generaciones de simples mortales. Aquella fue la única ocasión en la que Nathan fue capaz de utilizar sus poderes sin necesidad de tocar a alguien, ya que aunque agarraba los brazos de su padre al utilizar inconscientemente su magia, su madre estaba a unos cuantos metros de ellos... y se vio afectada de igual manera.
Nathan huyó inmediatamente de su casa, aterrado y en estado de shock, acudiendo completamente cubierto de sangre y en plena noche a la casa del que había sido su tutor durante tantos años. Desesperado, el joven le contó todo a aquel hombre que, encariñado como estaba con el joven y compartiendo desde el principio sus ideales sobre el brujo de Crassis, le dio refugio en su casa y le ayudó a calmarse, recobrar el control de sí mismo... y encontrar las respuestas de aquella horrible magia que había matado a sus padres en tan sólo un segundo.
No fue más que unos días después cuando encontraron información sobre aquella Magia Sangrienta en los libros del brujo legendario, y fue así como Nathan aprendió todo sobre aquella maldición que le había sido impuesta... al mismo tiempo que los guardias de la ciudad encontraban los cuerpos asesinados de sus padres... y comenzaban a preguntarse a dónde habría ido a parar el primogénito de la pareja.
Cargando en su conciencia con las muertes de sus primogénitos, Nathan adoptó el nombre de Salem y huyó con tan sólo dieciocho años de la ciudad que le había visto nacer, con la guía de su tutor teniendo claro que al menos así no llamaría la atención y podría vivir de todo lo que había aprendido sobre la naturaleza de boca del maestro.
Fue así como se instaló en un pueblo cercano como herborista, procurando llamar lo menos posible la atención y haciendo más humildes sus ropajes y formas, teniendo ya claro que dedicaría el resto de su miserable y carente de valor vida para ayudar a todas las criaturas que pudiese, fuesen quién fuesen, con tal de que fuesen de corazón puro, sabiendo que posiblemente esa vida sería tediosa y dolorosamente larga debido a su maldición...
Muchos años pasaron, y muchos sufrimientos pasó el propio Salem. Soportando golpes y palizas de manos de aquellos a los que quería ayudar o aquellos que quería alejar de los que quería ayudar, Salem logró transformarse en la persona que siempre había deseado ser al ser alguien sencillo y amable, que sin embargo siguió soportando cargas enormes cuando aquellos que quería apartar de los seres que quería ayudar se resistían... o cuando no llegaba a tiempo a salvar a alguien.
Gustoso aceptó todo el dolor que se le infligió a lo largo de los años, pero siguió cumpliendo con su voluntad, únicamente manteniendo estrecha relación con su tutor en la ciudad y algo de contacto con los habitantes del pueblo a las afueras del cual se instaló, siendo considerado por ellos como una especie de druida o herborista en el cual llegaron a confiar más que en ellos mismos a pesar de su extraña forma de ser y su aparentemente eternamente joven aspecto.
►Anexos: Su conocimiento sobre hierbas y remedios o curas naturales es increíble.
Debido a su Magia Sangrienta (como la ha terminado por llamar él mismo), todo el resto de sus poderes apenas son útiles, por lo que casi nunca utiliza ninguno; perdió a su vez debido a ella la capacidad de realizar magias que de otra manera hubiese podido usar sin problemas.
Dicha magia de sangre le resulta repulsiva incluso hasta a él, además de cruel y maligna, por lo que sólo recurre a ella en situaciones desesperadas.
Un aura de peligro le rodea debido a su oscura magia, un aura que la mayoría de las criaturas místicas pueden sentir con facilidad y que es lo que le dificulta a Salem el acercarse a ellas aunque vaya en son de paz.
No porta armas; muchas veces sencillamente ha esperado a que el enemigo lo apuñalase para utilizar ese arma él mismo; su cuerpo o su propia seguridad o salud poco le ha importado nunca... sólo sigue vivo por los demás.
►Imagen:
- Spoiler:
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►Nombre original del pj: Agata Soujirou.►Anime/Manga/Videojuego del que proviene: Sket Dance.
Salem- Habitante.
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